domingo, 6 de abril de 2014
La apuesta de Pascal
Se piensa que la ciencia jamás
tendrá cabida con la religión, pero ya desde hace mucho tiempo varios
científicos se han propuesto que se ligue una con la otra y que cada vez mas la
ciencia tenga una explicación razonable para todos los preceptos religiosos,
que van desde las historias inverosímiles hasta la razón detrás de sus
mandatos.
Blaise Pascal (1623-1662),
matemático y físico trató de convencer de la existencia de Dios utilizando la
probabilidad matemática, sin duda una labor dura. Basicamente inició su
problema planteándose esto: Una persona que no está convencida de la existencia
de Dios, duda también de los argumentos de los ateos y teme, por lo tanto, que
su duda lo prive de la salvación. Apoyándose en la teoría de juegos, el francés
concluye que es mejor rodearse de un ambiente religioso e intentar creer,
porque la ganancia que podría alcanzarse es siempre mayor que la posible
pérdida.
Aunque es una teoría bastante
bien desarrollada por Blaise Pascal, voy a tratar de explicar la teoría:
-Si tu crees en Dios y al final
no existe como tal, no pasa nada.
-Si tu crees en Dios y al final
si existe habrás ganado la recompensa de vivir eternamente.
-Si no crees en Dios y al final
no existe, no pasará nada contigo, salvo que tuviste razón de que no había tal
entidad superior, pero finalmente estas muerto y no habría forma de informar
tus resultados.
-Si no crees en Dios y al final
si existe, habrás perdido la oportunidad de vivir eternamente, y por el
contrario la pasarías en el infierno.
Es decir, analizando estas cuatro
posibilidades, tienes mas chance de ganar si crees en Dios, que si no crees
¿correcto? Aunque estas afirmaciones parezcan coherentes, y se hallan basado en
las matemáticas para determinar el grado de probabilidad de cada una, la verdad
es que hay cuestiones que no se tomaron en cuenta y que hacen que la apuesta de
Pascal sea débil y difícil de sostener.
El filósofo argentino Mario Bunge
señala que el supuesto en el que se basa el razonamiento
de Pascal, es la existencia de Dios es una cuestión de azar, "es a la vez
científicamente falso, filosóficamente confuso, moralmente dudoso y
teológicamente blasfemo" . Sería científicamente falso porque ninguna ciencia
puede medir o calcular la probabilidad de la existencia de Dios. Sería
filosóficamente confuso porque el argumento incluye la confusión entre la
plausibilidad de una proposición y la probabilidad de un hecho. Sería moralmente dudoso porque los
creyentes religiosos honestos se muestran reticentes respecto a la sugerencia
de creer en Dios porque resulta conveniente. Y, finalmente, sería teológicamente
blasfemo porque los teólogos sostienen que Dios no es ni mucho menos una
criatura casual, sino el único ser necesario.
Para otros críticos esta teoría
solo considera al Dios judeo-cristiano pero deja de lado a las demás religiones
y dioses, puesto que solo se puede considerar un Dios como el verdadero, si
eligiéramos el incorrecto y nos apegaramos a su religión aun así seriamos
castigados y la teoría de Pascal no se cumpliría. Como es bien sabido, la
religión depende mucho del lugar donde se haya nacido asi es que digamos que
para un musulmán, al seguir el precepto de la regla de Pascal, no aseguraría el
éxito de su felicidad eterna. O bien, de los Dioses que van en contra de la
misericordia y exigen sacrificios a cambio de favores, Dioses aztecas como
Huitzilopochtli, hindúes como Shakhti, exigían mezquinamente sangre humana.
Otro punto y quizás más
filosófico es el de la moral tanto del hombre y Dios, es decir, Dios –de
acuerdo con la doctrina cristiana- nos hizo poseedor de entre muchas características
que nos hacen únicos, la capacidad de razonar, que sentido tendría tener un
razonamiento que nos pida dudar de un Dios del que no hay pruebas concluyentes
si al final esa misma característica fuera tu maldición, ¿Dios recompensaría a
quienes no cuestionan sus creencias y son incrédulos? Y ¿Castigaría a quienes
si tienen el valor de cuestionar todo a su alrededor incluyendo la religión?
Eso hace a un Dios inmoral, carente de juicio y caprichoso.
Sin duda es un tema bastante
complicado y difícil de consensuar entre creyente y no creyentes. Pero por el
momento creo que es mejor dejarlo como un anécdota de un científico queriendo
darle veracidad y asertividad a sus creencias.