El simple y llano arte de expresar y vivir!

sábado, 17 de enero de 2009

La Venganza

Cerrando los puños se dirige a saldar una deuda pendiente, la furia que siente lo hace caminar a un paso veloz y decidido, sabe además que sus conocimientos están a punto de ayudarle a cumplir con su venganza, no le importa si sea legítima o no.

Revisa su bolsillo y saca una botella pequeña, en el otro bolsillo tiene la jeringa que utilizará con el líquido en la botella, empuña el frasco con mucha fuerza, con un poco mas lo rompería pero sabe que no puede hacer eso.

Llega a la casa marcada con el 503, la inspecciona tratando de averiguar cómo entrará, por un momento recuerda su entrenamiento en el ejército, él sabe como brincar un muro, se apresura para hacerlo no sin antes inspeccionar que nadie lo observe. Al estar dentro del patio continúa caminando, ahora lo hace con sigilo hacia la puerta trasera, al llegar ve que está abierta, sin duda fue suerte, inmediatamente se dirige a la habitación que mejor conoce de esa casa. Los últimos pasos antes de estar al pie de la cama son cautelosos, mientras tanto se dedica a preparar la jeringa con el líquido, por un momento se detiene, no por criticarse del porqué de ese acto, por el contrario se regocija ante la euforia que siente ante su inminente triunfo.

Levanta la mano y clava de un solo golpe la jeringa en el brazo izquierdo, inyectando casi hasta la última gota, la persona que está en la cama se mueve bruscamente lográndose quitar la jeringa trata de ponerse de pie y enseguida cae al piso, sus piernas no le responden, alza la cabeza y ve una sombra frente a él, trata de asirse de las botas que ve; lo logra pero enseguida pierde el conocimiento.
Al despertar piensa que todo fue una pesadilla, poco a poco recobra la conciencia y entonces sabe que lo que le pasó en verdad sucedió, lo primero que trata de hacer es observar detenidamente el lugar donde se encuentra pero no se le hace familiar, nota enseguida que no puede moverse para nada, se siente realmente asustado cuando ve que no tiene ataduras, intenta gritar por ayuda pero su boca no le responde, lo único que puede hacer es parpadear. En sus pensamientos trata de idear alguna forma para salir de ahí y lo primero que intenta es calmarse para poder pensar mejor, pero sus pensamientos son interrumpidos al escuchar que alguien abre y cierra una puerta, sabe que se trata del culpable que él esté ahí, siente miedo, su respiración se altera y con el poco campo de visión que tiene investiga quien es, pero no ve nada, de repente se enciende una luz muy brillante que da directamente en su cara y que si tuviera movilidad seguramente pondría su brazo para obstruirla, ante la imposibilidad de hacerlo, únicamente cierra los ojos.

Intenta enfocar su vista hacia otro hacia otro lado, y entonces observa horrorizado lo que pasa en sus pies, ve como cae una mezcla de consistencia espesa de color gris que poco a poco va rellenando la especie de caja en la que hasta ese momento nota que se encuentra, ve como sus pies desparecen muy rápido, percibe que le está por cubrir los hombros y pronto el pecho también está desapareciendo debajo de la sustancia, cuando llega a su barbilla suplica dentro de sí que pare, en ese momento descubre que lo que le están vertiendo ¡es cemento! inclina hasta donde puede su cabeza y de un momento a otro llega hasta sus párpados y no tiene otro remedio que cerrarlos, queda en la penumbra total, su respiración es muy rápida y le cuesta hacerlo, siente una opresión muy grande, de pronto para de caer ese cemento, pero el aún logra respirar, solo su nariz se ha salvado de estar bajo esa sustancia que en algunas horas será una lápida.

La muerte fue agonizante, horrorosa y lenta.

Mientras el responsable de tan monstruoso acto se regocija al ver el cemento endurecido, cruza los brazos y hace una mueca con la boca porque sabe que ahora si obtuvo su venganza.




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