El nuevo disco de Andres Calamaro, "Bohemio": Con decepcion se escribe mejor.

 Andrés Calamaro se le veía a inicios de año más preocupado por farandulear con su novia Micaela Breque que por estar en escenarios interpretando sus canciones. Entonces llegó la ruptura y a juzgar por sus tweets la pasó mal, pero gracias a esas etapas de desamor muchos escritores y compositores alcanzan sus niveles más creativos. Eso le pasó a Calamaro. 

Decidió refugiarse en sus amigos y volcar su inspiración en un nuevo disco. Para ese fin armó una banda integrada por por Julian Kanevsky y Baltasar Comotto en guitarras, Mariano Domínguez en bajo, Sergio Verdinelli en batería y German Wiedemer en teclados.  Despues se reunió con Cachorro López y con su colaborador Sebastián Schon con la intención de ver los detalles de la producción, fue así como vio la luz en septiembre pasado: Bohemio.

Son 10 las canciones que componen el disco, Calamaro afianza su romance con la americana, ese estilo que mezcla el rock, el country, el folk y el blues.

Se podría pensar que el disco tiene un clima opresivo, con letras terriblemente sufridas o al borde del suicidio, pero no es así, más bien tiene un sabor agridulce, con canciones que van entre el amor y el odio.

Hay varias canciones que destacan, como "Belgrano", "Cuando no estas", "Tantas veces", esta ultima menciona en su letra: "...dicen que para escribir es indispensable sufrir y no puedo quitarle la razón a tantos poetas... te pedí perdon tantas veces". Así en ese tono, se puede sentir que asume la responsabilidad de la ruptura.

"Dentro de una canción" es un western que abre con una pequeña escaramuza entre la slide y la acústica, en este tema, el músico escribe sobre su relación con la canción, lo resume con esta frase "en la canción está la vida, esta es mi vida".

Justo antes de terminar el disco se reconcilió con la modelo y conejita de play boy, y eso también se alcanza a percibir, después de todo, al menos por el momento, su historia tiene final feliz.